Introduccion

martes, 5 de junio de 2007

Mark Spencer se habia jubilado hacia apenas unos meses, en su buro habia una pequeña pistola. Mark vivia solo, su esposa habia muerto en un accidente automovilistico cinco años antes y no habian tenido hijos. A menudo le gustaba salir al balcon a ver el cielo moverse lentamente mientras se drogaba con aire comprimido, marihuana, lcd o cualquier otra sustancia narcotica. En el sotano tenia una coleccion de armas: revolveres colt, escopetas remington, spas, uzis, berettas, una m16, granadas y municiones. Tambien le gustaban las explosiones y a menudo hacia reventar objetos de todos los tamaños con polvora, dinamita y explosivos caseros. En su trabajo habia viajado por el mundo y habia conocido mas cosas de las que el hubiera querido conocer, desde su punto de vista el conocia demasiado bien al hombre y era por esa razon que le parecia tan desagradable. Mañana iria a la ciudad y no lo deseaba sino lo necesitaba ya que queria comprar viveres, libros, peliculas y discos de musica. No era un hombre tonto ni violento, solo profesaba un odio puro y concentrado contra la humanidad. Le gustaba toda clase de musica, especialmente el Jazz y el Metal. Leia noticias, novelas, cuentos y poesia. El cine le agradaba tambien, su casa amplia, comoda y lujosa tenia todo lo que el necesitaba, una señora muy discreta se encargaba de la comida y limpiar, un jardinero pasaba tres veces por semana y Mark no necesitaba nada mas. De vez en cuando recibia una llamada telefonica y una voz femenina se dejaba escuchar por el auricular. No sabemos de quien era esa misteriosa voz. Algunas noches Mark salia de su casa, subia a su moto y no regresaba hasta el amanecer.

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