El fuego y la noche

domingo, 30 de septiembre de 2007

Ya casi no se escucha el rumor de las hojas que tirababa el viento,
y la luna deambula sonambula por tu ventana,
iluminando la calidez de tu pecho,
cuando mi boca besa tu piel,
suave, joven, alucinante,
como una droga entras en mi piel y me envenenas,
poco a poco,
pierdo la nocion del tiempo,
de la luz y del espacio,
te desnudo rapidamente,
hasta verte una, sola virginal belleza,
no me digas nada, no preguntes por que
dejame llevarte entre mis brazos hacia mi,
hasta que los dos nos unamos mientras la luna
enrojece de deseo y palidece de envidia,
besame, una y otra vez enamorada,
hasta que tus labios sean mis labios,
y tu boca mi boca,
el otoño se envalentona al caer la tarde,
y el viento y la lluvia golpean tu ventana,
silenciando nuestras voces...

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