Me llamas en un instante voraz,
como una llama nocturna,
un instante que se derrama en el reloj de la locura.
Tu invocación es irresistible,
saeta de fuego encendiendo la pasión insomne
me provocas una y otra vez hasta que te atravieso,
y me vuelvo uno contigo,
y nuestra piel es un mapa del que somos continentes,
y la ausencia un océano que atravesamos
hasta acariciarnos.
Despierta amor,
las pasiones secretas,
los suaves besos lúbricos
y terribles caricias
que desatan el fuego
mineral de nuestra sangre.
Des (a) nuda
sábado, 29 de diciembre de 2007
Publicado por K en 21:45
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