Kaleidos

domingo, 21 de octubre de 2007

El sol se remoja en el cristal como pan,
cuando hace frío una buena cobija de sol sirve para protegerse,
también dicen que cuando el sol quema
uno puede ver sobre la arena
luces corriendo queriendo alcanzar el mar,
los frascos de sol ya no se ven tanto como antes,
y las orillas de luna se usan como recuerdo de enamorados,
ayer vi una postal de sol,
tenía las orillas aislantes para no quemar,
y en ocasiones escolares siempre se hecha de menos un sol marino
o verdiazul que lo limpie todo.
Cuando se pierden las ganas de todo hay que abandonarse un rato bajo el sol
y dejar que todo se torne rojo,
luego hay que entrar a la sombra del hogar
y dejarse ir entre las nubes de la ausencia.

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