Andrea

miércoles, 18 de julio de 2007

Vuelan peregrinas las palabras
sobre una noche luminosa
se encienden las velas celestes
y en el horizonte pastan blancas nubes
en el sueño dormita un nombre
Andrea magnifica,
heroica, maravillosa,
la lluvia retrocede hasta el cielo para no mojarte
y mis ojos se deslumbran con la profundidad de tus caricias
dejame desaparecer en una explosion con tus caricias
mientras el viento del sur se lleva consigo nuestros placeres.

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